Espiga Tradición: el pan distinguido de cada día

Un pan de consumo diario también puede ser un pan de categoría selecta

La mesa, en nuestra cultura gastronómica, tiene un elemento que hermana al resto: el pan. En las imágenes de nuestra infancia, aparece una hogaza o una barra. En los momentos familiares o de reunión con los amigos, es habitual que pase por las manos de los comensales. Y en general, en nuestro día a día, ir a por pan es una estampa más que habitual. Al tratarse de un alimento con tanta presencia en la vida cotidiana, merece ser tratado con gran respeto, ya estemos hablando de una comida especial, o de preparar las tostadas de la mañana o el bocadillo de la merienda.

En Panamar Bakery Group disponemos de múltiples variedades de masas de pan, todas ellas elaboradas con mimo, para lograr el sabor, el aroma y la textura de los hornos de antaño. Hay panes tradicionales, integrales o de distintos cereales -trigo, centeno, maíz, espelta-, con añadidos diversos -aceitunas, quinoa, semillas- y a partir de todas las formas imaginables -hogazas, tortas, barras, baguettes-. Los panes rústicos están presentes ya en nuestro día a día porque nos han ganado con su sabor, textura y calidad. Una variedad de la que nos sentimos especialmente orgullosos es del pan Espiga Tradición: sencillo, humilde y un recurso excelente, de muy alta calidad, para el consumo diario. 

Nos encontramos con un pan que reúne todas las características de la familia Tradición: corteza extra crujiente, mayor durabilidad, mejor sabor y color más intenso. También con un pan muy atractivo, gracias al original dibujo de su superficie en forma de espiga, y a su corteza dorada y enharinada. Como en todos nuestros productos de panadería y bollería para profesionales, creemos que el ingrediente clave para la mejor elaboración es el tiempo, por lo que recurrimos a lentos procesos de elaboración e ingredientes naturales, mimando al máximo el resultado.

Todo ello hace del pan Espiga Tradición una apuesta segura en el centro de la mesa y, en general, un buen recurso para el consumo diario a un precio muy razonable. ¿Quieres conocer sus virtudes?

Por qué Espiga Tradición

  • Porque es un pan extra crujiente. La textura del pan es uno de los aspectos esenciales, tanto al tacto, como una vez que lo estamos degustando. La corteza del pan de Espiga Tradición, además, es fina, agradable y extra crujiente como así nos indican las pequeñas burbujitas que se forman en la superficie. 
  • Porque es un pan especialmente duradero. La barra de Espiga Tradición soporta convenientemente el paso del tiempo y preserva la textura crujiente de la que hablábamos. Esto se debe a sus lentos procesos de amasado y fermentación, tal y como se elaboraba el pan tradicionalmente.
  • Porque se somete a un largo proceso de elaboración. El pan Espiga Tradición se elabora con doble amasado, reposo y más horas de fermentación que otros panes y esto repercute en su calidad. Su amasado lento realizado en varias fases permite una mejor absorción del agua por parte de la harina y mejora por tanto su hidratación. Las horas de reposo y fermentación dejan que la masa vaya liberando poco a poco una gama de aromas y texturas que determinarán el olor, sabor y textura crujiente del producto final.  
  • Por su relación calidad-precio. La buena relación calidad-precio de estos panes los convierten en el acompañante ideal para las comidas y cenas a diario. Un pan de gran calidad para no renunciar a todo el sabor, aroma y textura de los panes de antaño. 
  • Porque tiene un aspecto apetecible. Ya decíamos que estamos ante un pan de aspecto atractivo que no pasa desapercibido en el expositor de ningún establecimiento. El original dibujo de su superficie, en forma de espiga, así como su corteza enharinada, consiguen despertar el apetito. 
  • Por su sabor a pan de pueblo. Un agradable sabor que nos recuerda al pan de antaño. Porque más allá de la textura, el aspecto o la durabilidad, hay algo decisivo en la receta de Espiga Tradición: el mimo y cuidado con el que se elabora prestando especial atención al ingrediente más importante: el tiempo.

El pan que fideliza

Todos tenemos una panadería de confianza. Todos sabemos que el pan de aquí nos gusta más que el de allá. Y todos acabamos eligiendo cuál servimos en nuestra mesa a diario. El pan, por encima de su carga cultural, o precisamente por ella, es un elemento que fideliza a los consumidores. En la medida que una panadería, cafetería o negocio disponga de un buen surtido de panes, sus clientes aumentarán y acabarán por visitarla con mayor frecuencia, incluso a diario, aprovechando además para incrementar la venta de otros productos.  

En Panamar Bakery Group hacemos todo lo posible por mejorar en calidad, a la vez que ampliamos la oferta y la variedad de nuestros productos. Porque entendemos que, aunque estemos ante un alimento de origen humilde, hemos comido pan toda la vida, seguimos viéndolo en la mesa y merece la pena que lo cuidemos al máximo.