Irresistibles formas de acompañar un croissant

El 30 de enero se conmemora una fecha muy especial: es el Día Internacional del Croissant. Supone, pues, el momento perfecto para celebrar una de las piezas de bollería más especiales y apetecibles.

Es una verdad inapelable: un buen croissant le arregla el día a cualquiera. Algo deben tener estas piezas de bollería para ser una de las opciones predilectas de los consumidores. Será por su rica masa, su crujiente superficie, su apetecible esponjosidad o lo bien que combinan con otros alimentos, pero los croissants son uno de los reyes de las panaderías, cafeterías u hornos. Y no existe ninguna excusa (ni una) para no contar con ellos en el expositor de tu negocio.

Las virtudes de las masas congeladas para panadería hace que sea terriblemente fácil disponer de croissants en tu establecimiento. La masa de croissant es uno de los secretos que hacen de este producto todo un éxito de ventas, y los productos de panadería congelados, precisamente, permiten que la calidad, sabor y textura se mantenga intacta hasta el momento de darle un golpe de horno. Un croissant con masa de hojaldre sabrosa es, sin duda, un acierto seguro.

 El croissant, además, es sinónimo de versatilidad. Se puede disfrutar solo, mojado en un buen tazón de leche o café, pero también acompañado. Para ello, una de las fórmulas que más suele triunfar entre la clientela es la de partir el croissant en dos y tostar las dos partes para dejar en medio una insuperable mezcla que, como las mejores cosas de la vida, sume y aporte. Y será por ideas: el croissant clásico de margarina marida perfectamente con rellenos dulces, pero también salados

Entre las mezclas que suelen generar más furor se encuentran la de tomate seco y mozzarella; la de queso cremoso, salmón y alcaparras; la de huevos revueltos y tiras de bacon; o la de lechuga, tomate y pavo ahumado. Entre las alternativas dulces, por otro lado, destaca el chocolate (especialmente mediante pastillas, para que se derrita en el interior cuando se haya tostado el croissant), el plátano a rodajas con sirope de ágave y fresas (a modo de french toast), o la mezcla de mascarpone y frutas del bosque.

Además del croissant clásico, también existen otras opciones deliciosas para disfrutar de este producto con tantas posibilidades. ¡Apunta!

Croissants de diferentes tipos para conquistar

Una vez presentadas las posibles propuestas de mezcla tanto saladas como dulces, tienes que saber que no hay un único croissant con el que acompañarlas. El croissant intense con masa madre Hélène, por ejemplo, destaca por un envolvente e intenso sabor a mantequilla y unas exquisitas notas aromáticas de caramelo que lo hacen tan peculiar como interesante, sobre todo para los paladares más exigentes.

Un toque también particular lo aporta el croissant multicereales con mantequilla, especialmente adecuado para los que se cuidan pero no quieren renunciar por ello al sabor. Su bocado a pura mantequilla se ve reforzado, además, por el toping y las semillas oleaginosas que refuerzan su sabor y lo coronan, como el sésamo, el lino dorado, el lino marrón, las pipas de girasol o el trigo sarraceno. Y por su hubiera poco donde elegir, también está el croissant artesano con margarina (de formato grande para ser generosos con la mezcla), el croissant artesano con manteca o el croissant artesano de tradición de mantequilla, elaborado con largos reposos siguiendo el saber hacer de la más alta bollería. 

Cabe recordar que también hay croissants que, sin necesidad de mezcla, aportan el toque dulce que muchos consumidores buscan y anhelan. El croissant suprême bomba de chocolate y mantequilla, el croissant suprême recto de chocolate y mantequilla o el croissant multicereales de mantequilla con crema de chocolate son solo tres posibles opciones. 

Solo o acompañado, para almorzar o merendar, por la mañana o por la tarde, el croissant celebra su día especial y qué menos que disfrutar de él en esta fecha tan señalada.