Pan de Torrijas: una deliciosa oportunidad para tu negocio en Semana Santa

Llega la Semana Santa y, con ella, unos días de vacaciones para disfrutar junto a los nuestros. El pan para torrijas, las hogazas y los snacks salados no pueden faltar a esta cita.

Si hay una comida por excelencia de la Semana Santa es la siguiente: las torrijas. Las torrijas son uno de los postres más antiguos que conocemos, y a pesar de su simpleza, no podrían resultar más deliciosas. ¿Cómo hacer torrijas? Muy fácil: solo hay que empapar en leche una rebanada de pan, rebozarla en huevo, y freírla con aceite en una sartén. Después, solo queda endulzarla, para lo que se suele utilizar miel, melaza o azúcar. Lo cierto es que se hace la boca agua solo de pensarlo.

Pero, ¿por qué se toman torrijas en Semana Santa? Para encontrar sus orígenes, tenemos que remontarnos mucho tiempo atrás, hasta el lejano siglo IV y V. En la obra de Apicio (un gastrónomo romano que recopiló recetas de su época) ya se mencionaba la rebanada de pan sumergida en leche, aunque, eso sí, no había ninguna mención sobre el huevo. No sería hasta el siglo XV (según recoge el poeta, músico y autor teatral Juan del Encina) cuando se hablaría de forma más firme sobre “miel y muchos huevos” para hacer torrijas.

Es verdad que no se sabe a ciencia cierta en qué momento arranca la relación de las torrijas con la Semana Santa, pero se cree que se debía a la necesidad de aprovechar el pan sobrante en esos días donde no se podía comer carne. Se estima, además, que su vinculación religiosa tiene que ver con la Cuaresma (días de ayuno y penitencia en memoria de los 40 días que ayunó Jesucristo en el desierto) y con el hecho de poder llevarse un alimento al estómago que, eso sí, no ofendiera las creencias. A principios del siglo XX, las torrijas ya eran un postre muy popular que se servía incluso acompañado de un vaso de vino o chato.

Y así hasta hoy, momento en que las torrijas se han convertido en uno de los más suculentos alimentos de estas festividades, ya que se pueden ofrecer como desayuno a primera hora de la mañana, como postre después de una rica comida o como merienda, perfecto para llevarse un bocado dulce a mitad de tarde. No cabe duda de que se han convertido en un producto totalmente indispensable en cualquier negocio de hostelería, por lo que disponer de torrijas en tu establecimiento en estas fechas sumará seguro.

La importancia del pan para torrijas

El pan de torrijas era originariamente el pan que sobraba de los días anteriores, que de esta forma se reaprovechaba para evitar el desperdicio alimentario. Conviene saber, eso sí, que hoy en día hay un pan para torrijas que no tiene competidores y te puede ayudar mucho en tu negocio. Y es que el pan de torrijas premium ‘descongelar y listo’ te da la posibilidad de ofrecer a tu clientela unas ricas torrijas de forma fácil, sencilla y rentable. Este pan, que lleva dos unidades en cada bolsa, es el ideal para hacer esta receta, ya que tiene exquisita mantequilla, es muy esponjoso y resulta perfecto para empapar en leche sin que se deshaga (muy importante). Además, es un producto terminado, es decir, que estará listo en apenas unos minutos después de su descongelación.

Pero al lío: te contamos la receta de la abuela para que, una vez tengas tu pan de torrijas premium ‘descongelar y listo’ sepas hacer torrijas de diez. Para ello, necesitarás:

2 panes de torrijas premium

2 litros de leche

canela en rama

1 corteza de limón

canela en polvo

azúcar

10 huevos

aceite de oliva

medio tarro de miel (para el almíbar)

Respecto a los pasos:

1. El primer paso será hervir la leche con la canela en rama, la cáscara de limón y 6 cucharadas de azúcar.

2. Una vez hierva, la retiraremos del fuego.

3. A continuación, cortaremos el pan en rebanadas de unos 3 centímetros de grosor, e iremos empapando cada una de ellas en la leche dejándolas escurrir un poco después.

4. En un recipiente hondo batiremos los huevos, y añadiremos entre 6 y 7 cucharadas soperas de azúcar.

5. Mientras tanto, aprovecharemos para poner a calentar abundante aceite en una sartén. Una vez esté caliente, rebozaremos cada una de las torrijas en el huevo y las iremos echando a la sartén.

6. Les daremos vueltas a las torrijas con cuidado. Cuando empiecen a dorarse, las retiraremos y las dejaremos escurrir en una fuente.

7. Después, espolvorearemos una mezcla de azúcar y canela sobre las torrijas.

8. El toque maestro vendrá con el almíbar. Para ello, calentaremos en un cazo medio tarro de miel rebajado con la misma cantidad de agua y lo verteremos luego sobre las torrijas. Y voilà!

Disfrutar como nunca de este delicioso postre y presumir de torrijas nunca había sido tan fácil, ¡prometido!


Otras formas de disfrutar (gastronómicamente) la Semana Santa

Las masas congeladas son las que permiten disponer de productos como el pan de torrijas premium ‘descongelar y listo’ con mantequilla. El por qué es sencillo: estos alimentos se ultracongelan conservando todas las características artesanales y organolépticas con las que han sido concebidos, de forma que después solo haga falta descongelar o dar un sutil golpe de horno para disfrutarlos. Y las ventajas de los productos de panadería congelados no terminan aquí, porque también pueden resultarte muy útiles para seguir exprimiendo al máximo la Semana Santa.

Y es que durante estas fechas también es habitual dedicar tiempo a la familia, aprovechando además que los días se alargan y que, poco a poco, hace cada vez mejor tiempo. Además de presumir de torrijas, no puede faltar en estas reuniones un poco de picoteo o snacks salados para que la experiencia sea completamente redonda. Por ejemplo, empanadas, empanadillas o mini empanadillas, listas para consumir mientras se disfruta del momento; o la hogaza de agua, la hogaza campestre, o la hogaza sarracena, perfectas para comer en forma de tostas o tentempiés.

Torrijas, snacks salados u hogazas. Tres ricos alimentos que (ya te lo avanzamos) no puedes dejar de ofrecer en tu establecimiento durante las siguientes semanas.