Masas danesas: todo lo que siempre quisiste saber

Las masas danesas están compuestas por un hojaldre al que se le añade levadura. Con este tipo de masas, se crean productos deliciosos, tanto salados como dulces, que puedes incorporar desde ya mismo a tu establecimiento.

Las masas danesas son un clásico en la bollería tanto salada como dulce. Y es normal que sea así, y que se hayan quedado entre nosotros desde que nacieron, hace ya unos cuantos siglos. Básicamente, porque se utiliza para realizar numerosas y suculentas piezas que no pueden faltar en ninguna panadería, cafetería u horno. Pero, antes de entrar a hablar sobre los ejemplos de masas danesas más ricos del mercado, ahondemos un poco en el origen de las masas danesas.

Las masas danesas, que son fundamentalmente una masa hojaldrada con levadura añadida (la gran diferencia entre la masa danesa y el hojaldre, precisamente, es esta: la utilización de la levadura), tienen su origen alrededor del siglo XVII. Cuentan las historias que hubo una huelga de panaderos daneses, y fueron los pasteleros vieneses que contrataron en los negocios para suplir esta falta de mano de obra, las que trajeron una técnica de su tierra natal (la ‘plundergebäck’) que dio lugar a las masas danesas. Otras teorías apuntan a que fue un maestro pastelero danés el que preparó una pieza con masas danesas para la corte real. Después, la receta pasó a otros pasteleros que después viajaron por todo el mundo y la fueron difundiendo allá por donde iban.

En cualquier caso, hay que entender que para preparar una buena masa de bollería danesa hace falta tiempo, paciencia y mucho mimo. Después de todo, elaborar las capas que lo componen, y hacer una estructura de estas características, ligera pero al mismo tiempo crujiente, solo es posible manteniendo una temperatura constante muy concreta (alrededor de los 16 grados centígrados) y cuidando mucho todos los pasos que hay que seguir.

La buena noticia es que no necesitas hacerla en tu establecimiento, ya que gracias a las masas congeladas puedes incorporar productos con masas danesas de forma rentable, sencilla y (sobre todo) deliciosa a tu negocio. Entre los productos de panadería congelados a los que puedes acceder hay tanto salados como dulces, así que no tienes excusa para no echar un vistazo e incorporar las masas danesas a tu negocio, ¡más fácil imposible!

Piezas hechas con masas danesas

La maxi rejita mediterránea, en primer lugar, es una rejita elaborada con atún, tomate y aceitunas verdes con un ligero toque de mantequilla. Y no es la única en esta categoría. La maxi rejita brie con setas, la rejita de pollo y cebolla caramelizada o la rejita de espinaca y ricotta son otras sabrosas opciones hechas con masas danesas que combinan ingredientes muy interesantes, en una mezcla que sorprende y al mismo tiempo encanta. ¿Tienes dudas? Pues las rejitas surtidas, con tres variedades compuestas por abundantes rellenos (rejita mediterránea, rejita serrana y rejita americana) serán tu opción predilecta.

Pasemos ya a hablar del dulce, donde las masas danesas triunfan siempre. Las masas danesas dan forma (y menuda forma) a productos como el triángulo de chocolate; el sneeken de pasas y nueces, el mini sneeken de pasas y nueces o el sneeken de pasas y nueces fermentada; el bretzel de crema y el bretzel de cacao; la raqueta de crema, la trenza maple, la flauta de crema, la flauta de chocolate, los fartons o la maxi rejita de crema de cacao con avellanas. En su versión mini, a modo de pequeña tentación, destacan la mini rejita de crema pastelera y la mini rejita de crema de chocolate con avellanas. ¿A qué esperas para incluir las masas danesas en tu establecimiento?

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