¿Por qué elegir bollería procedente de masas congeladas?

La bollería congelada a partir de ingredientes de calidad y con una elaboración cuidadosa nos garantiza un producto auténtico, que preserva sus cualidades y responde rápidamente a la demanda.


Es posible disfrutar de un buen croissant a partir de una masa fresca congelada, que se hornea y se ofrece recién preparada, para lograr contentar a los paladares más exigentes. Al igual que la bollería fresca, se elabora con ingredientes exclusivamente seleccionados, y con procesos que reproducen los patrones de elaboración artesanal, para conseguir unos estándares de calidad muy elevados. 

La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería constata que, en el último lustro, la producción de masas congeladas ha crecido un 5,3% en España. En el mismo periodo, la bollería es la que más se ha incrementado, con una subida de hasta un 28,7%. El dato responde a la constante evolución del sector que, mediante los notables esfuerzos en I+D+i, ha diversificado la oferta de productos y se ha adaptado a las exigencias del mercado, alcanzando la satisfacción de los consumidores y permitiendo un mayor rendimiento para los distribuidores.

Porque estos dulces no solo cumplen con las expectativas de quienes los degustan, sino que a la vez ofrecen ventajas para los negocios que los comercializan. Imaginemos una panadería donde se reduce la merma, gracias a que verdaderamente hornean lo que se consume a diario. O una cafetería que sirve la bollería recién preparada, ya sean las berlinas de la mañana o las napolitanas de la merienda. Al mismo tiempo, las masas congeladas permiten a los negocios tener rotación en su stock y mayor diversidad de productos en el mostrador, ganando en competitividad.

Principales características:

  • Ingredientes. Nuestra bollería congelada fresca se elabora con ingredientes exclusivamente seleccionados entre los mejores proveedores del mercado, que cuentan con altísima puntuación en sus certificaciones de calidad. El objetivo es que las propiedades de los ingredientes se preserven intactas durante el proceso de congelación.
  • Elaboración. Las masas frescas, aunque se congelen posteriormente, han pasado por manos expertas y siguen un proceso de elaboración que reproduce al máximo los procesos de elaboración artesanal que se aprecia en el resultado. En muchas ocasiones, el proceso finaliza en unas manos que son las que dan la forma final al producto, tal y como haríamos en casa.
  • Sabor:  Obtener un agradable sabor, aroma y textura es una de nuestras prioridades. Nuestro Departamento de I+D está constantemente estudiando, analizando y testando los productos en las diferentes fases del proceso para obtener unas propiedades organolépticas excepcionales.

Ventajas en el punto de venta:

Como decíamos, cada vez son más los panaderos y hosteleros que prefieren la bollería procedente de masas congeladas, debido a los beneficios que conlleva para sus negocios. Los resultados pueden ser igual de satisfactorios que con la bollería clásica, pero el resto de procedimientos se consiguen simplificar.

La bollería congelada, si se ha preparado con esmero, mantiene intactas sus virtudes y puede salir recién horneada en cualquier momento del día. A su vez, se acaba ganando en organización. Al controlar mejor el producto que se dispensa y ajustar la oferta a la demanda, los negocios no tienen que abastecerse a diario y mejoran sus márgenes, eliminando la merma y el desperdicio, y favoreciendo la sostenibilidad en última instancia.

Por último, la oferta es  cada vez más variada y ayuda, no solo a que un comercio tenga más rotación de productos, sino a que experimente con nuevas variedades -distintos sabores, rellenos, tamaños y formatos- Y esto es solo el principio de lo que lo que está por llegar, ya que la bollería congelada es un mundo con innumerables posibilidades que iremos descubriendo.