Petit Bâton Verité, un pan que marca la diferencia por su formato y versatilidad

Hoy hablamos de un pan versátil que conquista desayunos, brunchs y caterings por igual. Así es el Petit Bâton Verité.


Qué importante es contar con productos que se adapten a cualquier entorno, momento o necesidad del cliente y consigan lo que toda carta o vitrina busca: sorprender por su sencillez, su sabor y su versatilidad. Ese es precisamente el caso del Petit Bâton Verité, una de esas creaciones que parecen estar hechas para todo tipo de establecimientos: cafeterías, hoteles, caterings o espacios take away.

Este pequeño pan de la familia Verité conserva la esencia de su hermano mayor (el Bâton Verité), pero en un formato más manejable y funcional, ideal para porciones individuales, tapas o bocadillos gourmet. Su corteza rústica (con un corte longitudinal muy característico) permite ver una miga alveolada, fresca y ligera que lo convierten en una opción que transmite calidad y autenticidad a primera vista, reforzando la imagen artesanal que tanto valoran los consumidores actuales.

La elegancia de lo sencillo

En un momento en el que el consumidor busca experiencias gastronómicas más honestas y naturales, el Petit Bâton Verité encaja a la perfección, ya que combina lo mejor del trabajo tradicional con la comodidad que exige el ritmo de la hostelería moderna. Es por ello que se erige como una pieza con infinitas posibilidades.

En una cafetería, resulta perfecto para ofrecer minibocadillos calientes o fríos, acompañar con mantequilla y mermeladas artesanas, o servir con embutidos selectos en desayunos más elaborados. Su tamaño también lo hace ideal para propuestas de desayuno combinado o brunch ligero, donde se busca ofrecer variedad sin excesos: por ejemplo, con jamón ibérico, queso curado o salmón ahumado y un café o zumo natural. Otra idea es tostarlo y combinarlo con aguacate y huevo poché.

En un hotel, por otro lado, también funciona a la perfección. Es un lugar donde la primera impresión cuenta y donde el pan, en concreto, se posiciona como uno de los productos más valorados por los huéspedes. Su tamaño invita a probarlo, y puedes disponerlo en cestas y bandejas que potenciarán su atractivo visual. Lo mismo sucede con los caterings, que pueden sacarle el máximo partido a este formato tan cómodo, rentable y versátil debido a su durabilidad y resistencia, que facilita el transporte y la manipulación.

Además, su formato hace muy sencilla la operativa diaria: gracias a los beneficios de las masas congeladas, puedes tenerlo listo en pocos minutos. Otra de sus ventajas es que mantiene su textura durante horas, lo que asegura una presentación impecable, tanto en barra como en servicio de mesa.

Por todo lo anterior, el Petit Bâton Verité es un pan precocido congelado que demuestra con creces las posibilidades de un producto pequeño, pero versátil, y que no renuncia al carácter, la textura o al sabor que definen a toda la gama Verité. ¿Lo pruebas y nos cuentas?


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